viernes, 15 de mayo de 2009

Como Colonia Para Las Heridas Comunistas

Más de un alto cargo del Partido Comunista de China tiene que tener hoy un dolor de cabeza importante… o una úlcera más bien.


¿Y que es lo que les puede producir este malestar? Pues que resulta que hoy es noticia que ya se han publicado en inglés en Hong Kong, y que se van a publicar en Chino a finales de este mes, las memorias de Zhao Ziyang, el que fuera el líder del Partido Comunista de China cuando se desató la masacre de Tian An Men en 1989, y que fue además uno de los padres de las reformas económicas en China, aunque el crédito histórico haya sido sólo apuntado a Deng Xiaoping.


En lo relacionado con sus ideas de reforma Zhao era mucho más liberal que el conservador Deng, que se llevó, a posteriori, todo el mérito. En su libro Zhao dice cosas como esta: “Podemos decir que si un país quiere modernizarse, no debería solo implementar la economía de mercado, sino que también debería adoptar una democracia parlamentaría como sistema político”. Tiene sentido, ¿no? ¿Que gallo hubiera cantado en China si no se hubiera destituido a este prometedor político? Eso nunca lo sabremos, pero su seguro incendiario libro promete desvelar muchas incógnitas al respecto.


Y es que estas memorias llegan en el peor o el mejor de los momentos, depende a quien le preguntes, cuando quedan escasas semanas para el 20 aniversario del incidente que conmovió al mundo, que el Partido lleva intentando tapar dos décadas y que tendrá lugar el próximo 4 de Junio.


El libro en cuestión se llama “Prisionero del Estado: El Diario Secreto de Zhao Ziyang”.


Zhao fue expulsado del Partido tras su apoyo a los estudiantes durante las manifestaciones previas a que se desatara la represión militar en la capital China. Zhao fue también el único que se opuso, sin éxito, a que se impusiera la ley marcial para controlar las protestas.


Desde que fuera destituido, Zhao estuvo bajo arresto domiciliario durante 15 años, hasta que murió en 2005 sin reconocimiento por parte del Partido y sin el funeral de Estado que le hubiera correspondido según su rango.



El libro, publicado 4 años después de su muerte, ha sido editado a partir de unas 30 horas de cintas grabadas en secreto por el ex líder comunista durante su arresto domiciliario y que fueron sacadas del país clandestinamente, según informa la agencia de noticias Reuters.


Para evitar que el Partido hiciera de las suyas para enterrar las memorias de Zhao, el proyecto se ha mantenido totalmente en secreto, tanto, que según declaraciones de la hija de Zhao a la BBC, ni siquiera ella sabía nada del libro.


En él, Zhao afirma que “En la noche del 3 de Junio, mientras estaba sentado en el patio de mi casa con mi familia, escuché un intenso tiroteo. Una tragedia que impactará al mundo no se ha evitado, y está sucediendo finalmente.”


Zhao se opuso a las medidas represivas que desde el gobierno tomaron contra los estudiantes que se manifestaban en la céntrica plaza de Pekín. Pekín actuó asustado porque éstas se desmadraran y acabaran con el poder como estaba sucediendo en los gobiernos comunistas de Europa del Este, que se estaban derrumbando por momentos.


Pero en sus memorias Zhao sentencia “Me dije a mi mismo que fuera como fuera me negaba a convertirme en el Secretario General del Partido Comunista que movilizó a las fuerzas militares para reprimir a los estudiantes.”


Según diversas fuentes, la madrugada del 19 de Mayo, horas después de que fuera declarada la ley marcial, Zhao apareció en la Plaza de Tian An Men armado con un megáfono, y con lágrimas en los ojos intentó convencer a los estudiantes, también sin éxito, de que abandonaran la plaza. "He llegado demasiado tarde. No podéis continuar así. Nosotros fuimos jóvenes también y teníamos arranques de energía semejantes. También hemos organizado manifestaciones y recuerdo aquella situación. Tampoco pensábamos en las consecuencias". Este acto sentenció su carrera y nunca más fue visto en público.


En sus memorias, Zhao también asegura que lo que los estudiantes pretendían era que el Partido enmendara sus errores, y no derrocarlo como los altos cargos creyeron en su momento, una impaciencia e inseguridad que desencadenó la cruenta represión de la que no se tienen datos oficiales y que sigue siendo tabú a día de hoy en el país asiático.


Ya hay quien asegura que la distribución de “Prisionero del Estado: El Diario Secreto de Zhao Ziyang” se prohibirá en la China continental, pero aún así yo estoy segura de que encontrará su camino abriéndose paso en la blogosfera china, ya que promete desvelar mucha información sobre una de las figuras claves que vivió los, desde entonces globalmente polémicos, acontecimientos y que afortunadamente, no se ha llevado sus secretos a la tumba.


Mucho hay que decir, contar y reflexionar, no sólo sobre los antecedentes y las consecuencias, sino también sobre la espiral de silencio que rodea al momento histórico desde entonces.


Pero ese tema, como bien se merece, lo trataremos en otro post.



Fuentes: Guardian.com / BBC.com

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